La confluencia de varios campos tecnológicos avanzados unificados por la Inteligencia Artificial está ya en el mercado, ayudando al desempeño de las personas con deficientes capacidades visuales y aún a aquellos que sufren de la pérdida total del sentido de la vista.
Se trata de un accesorio que se adhiere a la patilla de los anteojos y tiene capacidad para reconocer rostros, captar escritos y leerlos en alta voz o por audífonos, reconocer objetos, medir distancias y hasta leer códigos de barras, QR e identificar billetes de dinero.
En un momento de perfeccionamiento de la tecnología de vehículos autoconducidos, que requieren una enorme capacidad de captación e interpretación de información, esta aplicación a actividades relacionadas con la propia vida cotidiana parecía hacerse esperar, pero ya está a disposición de la población en varios países.
En realidad, sus prototipos existen desde hace más de un lustro pero la incorporación de “habilidades” ha sido constante, a medida que avanzan nuevas generaciones de “chips” de procesamiento de información con mayor capacidad de cómputo y mayor miniaturización.
La red de Internet “5G” -y la que ya se está experimentando, la “6G”- potenciarán ésta y otras utilidades hasta límites hoy insospechados.
Se trata de una nueva generación de artefactos vinculados en tiempo real en forma permanente a la red, lo que permite un acceso ininterrumpido a todo el saber humano disponible y a toda clase de funciones, la “Internet de las cosas” o “IoT” (por las siglas en inglés de “Internet Of Things”).
Sus enormes potencialidades lograrán que paulatinamente los espacios de aislamiento obligatorio por diversas causas (lejanía geográfica, problemas médicos, dificultades idiomáticas, etc) sean allanados al punto que todos quienes lo deseen, estén en el lugar del mundo que estén, podrán comunicarse, informarse e interactuar con cualquier otra persona que se encuentre en cualquier otro punto del planeta. O, como en este caso, con quien está muy cerca pero hasta ahora pasaba forzosamente inadvertida.
Ricardo Lafferriere
Fuente de divulgación: https://www.xataka.com/medicina-y-salud/un-ciego-que-puede-leer-orcam-una-camara-y-un-altavoz-en-la-montura-de-las-gafas
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